Las mejores películas de Navidad para ver en familia… o no

¡Por fin llega la Navidad! Me muero de ganas de ver a la familia, engordar un par de kilos a base de comilonas y dulces, y de disfrutar de un par de días libres. 

Por supuesto, una de esas tardes ociosas, tras sobrevivir a la ingesta de todo lo que a mi madre se le ocurra cocinar, la dedicaré  a volver a ver algunas de mis películas favoritas para las vacaciones invernales. Qué le voy a hacer, soy un clásico. Dejo las zapatillas bajo el árbol en la Noche de Reyes, me como las 12 uvas en Nochevieja, canto villancicos para recibir mi regalo en Nochebuena y, como está mandado, le hago una visita a McClane mientras caza terroristas alemanes, o disfruto de cómo lo que empezaron siendo unas adorables criaturas peludas, acaban destrozando todo un pueblo para celebrar su Navidad particular. Si tengo suerte y mis sobrinas aún no se han hecho demasiado mayores (o yo demasiado aburrido), quizás las obligue a ver uno de esos clásicos que tan feliz me hicieron de niño, y que seguramente a ellas les parezca ridículo, inverosímil y pasado de moda, pero con el adecuado chantaje emocional y un pequeño soborno en forma de aguinaldo, acabarán fingiendo que disfrutan. Al fin y al cabo las fiestas son para compartir.

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